Comentamos que la Hermandad debe tener vida propia. Deberá promover entre los Hermanos los suficientes y necesarios eventos, cultos, etc. que tengan como objetivo el alcance de los fines estatutarios de nuestra Hermandad. Y en efecto así ocurre. Pero cabría preguntarse; ¿hacemos los Hermanos vida de Hermandad?
La Hermandad es lugar de encuentro y reunión entre Hermanos, de ahí las muchas vivencias que en ella se dan. La mayoría de las veces son grandes momentos que quedarán para siempre en nuestra memoria. Aquellos malos ratos, que también se viven, o mejor decir se padecen, son los menos y sobre todo ¿quién después se acuerda de ellos?
Una anécdota. Conocer a ese gran amigo que pensábamos que era de forma diferente a como realmente es. Un momento especial que pudo terminar mal y que, ahora años más tarde, nos provoca risa…. Muchas son las vivencias que tenemos en nuestra Hermandad.
Os proponemos, en aras a conocer la Hermandad por dentro; a sus gentes, sus enseres, etc, precisamente eso; que cada uno de nosotros nos haga partícipe a los demás de esa gran vivencia, momento, experiencia o lo que se quiera que haya tenido como centro nuestra Hermandad de Vera+Cruz. Por supuesto que pueden ser varias.
A todos Paz y Bien para el presente año 2009.
Blog de la Tertulia Cofrade Verde Capirote de Alcalá del Río. Twitter; @verdecapirote
Eran las primeras horas del Martes Santo de 1988. Los tres Nazarenos que habíamos representado a nuestra Hermandad en el cortejo del Lunes Santo de Vera+Cruz íbamos devuelta en coche. Éramos Mauricio Moreno, Rafael Jesús Bernal, mi Hermano, y yo mismo.
ResponderEliminarPor aquel entonces la representación se hacía con dos varas y el estander de nuestra corporación. Aquel era el estandarte antiguo, que venía cogido con cuerdas en la vaca del antiguo Ford Escort de mi Hermano Rafa.
Cuando íbamos para Sevilla tuvimos un pequeño contratiempo, nada importante con el estandarte, pues vimos que se aflojaban los nudos. Nos paramos y los apretamos.
Pero cuando veniamos devuelta, poco antes de llegar a Áridos Borrego, por entonces única carretera La Rinconada-Alcalá, veníamos los tres charlando cuando de repente por el cristal delantero del acompañante, vemos repentinamente que algo se deslizaba y aparecía a través del cristal.
La primera impresión fué de asombro, y la segunda de un miedo terrible, pues veníamos a un velocidad considerable sin ser excesiva y nos percatamos que se había descolgado la parte delantera del estandarte, y pendía por fuera del coche, sólo sujeta por un nudo a la parte trasera de la vaca.
Páramos lo más pronto posible y con el cuidado que exigía el momento, pués un movimiento brusco del coche hubiera dado con el estandarte por los suelos, nos pusimos a sujetarlo convenientemente.
Los restantes dos kilómetros que faltaban fueron de risas y bromas, pero lo cierto y verdad es que si le hubiera pasado algo al estandarte, nos hubiéramos tenido que ir de Alcalá, pues tres días más tarde hacía el recorrido del Jueves Santo por nuestras calles.
Ninguno de nuestros Hermanos por aquel Jueves Santo llegó a imaginar que la salida de nuestro magnífico estandarte, nunca mejor dicho, pendió de un hilo.
Me parece extraordinaria la idea de contar nuestras experiencias en torno a la Hermandad, muy original como todo lo de esta bendita hdad. y en particular de este blog. Así que ahí va mi pequeñísima aportación.
ResponderEliminarPartiendo de la base de que cada Jueves Santo es una experiencia inolvidable en sí misma, seguro que todos recordamos aquel Jueves Santo de tanta agua en que la Cofradía salió de noche, en la que se reescribió la historia de la Semanan Santa alcalareña, con aquellos nazarenos sin cartón en sus capirotes, todos recordaremos qué hicimos o donde estábamos en la cofradía ese año mas que ninguno.
Aquel Jueves Santo, del que hacen ya muchos años, yo iba de angelito, mira si ha llovido, tendría 8 años y si mal no recuerdo, de Verónica iba una guapísima Angustias Pérez Blanca. La Virgen iba por la Calle Real, no se me olvidará cuando le pusieron los plásticos y los caños de agua corrían calle abajo. La Virgen estaba parada en la esquina con la calle del teléfono. A las niñas de angelitos, junto con la Verónica y no recuerdo si alguien mas, nos metieron en la casa de las hermanas Majua que creo también iban de angelito, las chicas claro. Yo lloraba sin consuelo en el quicio de la puerta de la calle queriendo echar a correr al lado de la Virgen. Según me contó después una de las hermanas Majua, porque yo sinceramente no lo recuerdo, yo solo hacía llorar y decir que si la Virgen se mojaba yo me quería mojar con ELLA.
Nunca olvidaremos aquel Jueves Santo, al menos yo no.
Una crucera.